Avisos (I)
Mi justo vivirá por la fe; por sus frutos los conoceréis La fe es poseer lo que se espera. Pero, si lo único que esperamos son cosas materiales y puestos distinguidos, nuestra fe será un fracaso, un engaño. Porque si hay algo a lo que nos lleva la fe es a dar la vida, único modo de vivir, y no a guardarnos a nosotros mismos. Cuando el agua se guarda mucho tiempo, y más en un entorno empantanado, no puede menos que llenarse de bichos y estancarse. Así sucede en nosotros cuando nos sobre-reservamos, que nos llenamos de pensamientos de muerte. Bien dijo Santiago que la fe sin obras es un fe muerta, putrefacta. De hecho, los asesinos de Jesús eran los mismos que tenían la fe puesta en la llegada del Mesías. Con esa fe crucificaron al mismo Mesías. Así podemos hacerlo nosotros si no perseveramos en las buenas obras. "Por sus frutos los conoceréis"; "no puede el árbol malo dar buen fruto". Con lo anterior, pensemos en lo fácil que es volvernos una comuni